La tradición del azafrán en los Abruzos se remonta a la época romana. Las citas se encuentran en "Las Metamorfosis" de Ovidio, escritor y poeta de la antigua Roma nacido en Sulmona en el año 43 a.C. Durante el Imperio Romano, el lago Fucino era el destino de los nobles romanos que pasaban allí sus vacaciones de verano, gracias también al particular microclima que rodeaba toda la zona y que permitía el cultivo de trigo, olivos y azafrán. Este último se convirtió en sinónimo de lujo, ya que también se utilizaba para perfumar los templos durante las ceremonias religiosas y para hacer pociones de amor, ya que se consideraba afrodisíaco. A principios del siglo XIV, tras un período difícil, el azafrán se convirtió en una importante fuente de riqueza para la ciudad de L'Aquila y los territorios vecinos, los municipios de San Demetrio ne' Vestini, Magliano de' Marsi y Sulmona, ya que la zona de cultivo era muy extensa. Rustichella d'Abruzzo se enorgullece de ofrecer a sus admiradores de 70 países de todo el mundo el mejor "oro rojo" de la tierra de los Abruzos.