Además de ser un producto de excelente calidad, la harina integral ecológica tiene innegables beneficios para nuestra salud. En primer lugar, nuestra sémola integral procede del grano de trigo completo, aún no desprovisto del salvado y el germen (la parte más noble), a diferencia de otros fabricantes de pasta que parten de la sémola y luego le añaden el salvado, alterando sus beneficios intrínsecos. Además, es rica en valiosos micronutrientes como las vitaminas del grupo B y la vitamina E, sales minerales (hierro, magnesio, zinc, potasio y selenio) ácidos grasos esenciales y otros componentes bioactivos. Al tener un índice glucémico bajo en comparación con los cereales refinados (la abundancia de fibra retrasa la entrada de glucosa en la circulación), puede contrarrestar la aparición de enfermedades degenerativas como las cardiopatías coronarias y la diabetes alimentaria. Especialmente indicada para las dietas hipocalóricas, la pasta integral tiene un alto poder saciante y contiene unas 30 kcal menos (por cada 100 gramos) que la pasta convencional.