Al convertirse en un intérprete sensible de una economía eco-sostenible, Rustichella d’Abruzzo logró vencer el desafío de la globalidad sin romper la relación simbiótica con el territorio. El desafío era ofrecer productos completamente orgánicos en perfecto equilibrio entre tradición e innovación. Debido a la naturaleza altamente innovadora de sus técnicas de producción, la agricultura ecológica no solo representa «un regreso al pasado», sino que se proyecta hacia el futuro.