El primer registro histórico que ve la preparación de pasta cocida al hervir en agua pertenece a los árabes, quienes probablemente la introdujeron durante la conquista de Sicilia. Ya en el siglo XVI d.C. Cada país del Reino de las Dos Sicilias contaba con un gran número de fabricantes de pasta, que dejaban sus productos a secar al sol durante el verano, aprovechando las posiciones más soleadas.